Hace algunos días se hizo viral la foto de estos dos leones machos en Kenia. El motivo de la noticia no era tanto el hecho de que dos leones machos mostraran este comportamiento, sino más bien que el gobierno keniata culpabilizara a los turistas homosexuales del "mal" comportamiento de los animales. Sobra decir que es una afirmación totalmente infundada y malintencionada.
Sin embargo, a raíz de esta noticia estas semanas me han preguntado en diferentes medios de comunicación por si el comportamiento homosexual es común entre los animales. Pues bien, según algunas publicaciones, se han descrito más de 1500 especies que tienen este tipo de comportamiento y en 500 de ellas se ha descrito de forma detalla.
El comportamiento sexual debería estudiarse como cualquier otro comportamiento (agresividad, miedo, conducta de caza, conducta trófica, etc...). Como todo comportamiento está afectado por diversos factores y, por lo tanto, su expresión puede variar entre los diferentes individuos de una misma especie. Entre otros factores, en mamíferos, estaría la masculinización del sistema nervioso central en el periparto y en la pubertad, el aprendizaje, el tipo de comportamiento social de la especie en concreto, etc.
Por lo tanto, desde un punto de vista práctico (en la clínica etológica diaria) existen muchos motivos por los cuáles, por ejemplo un perro, puede mostrar conductas sexuales hacia un individuo del mismo sexo. Seguro que todos habréis tenido la oportunidad alguna vez en la vida de ver un perro macho montando a otro macho, o entre hembras o hembras que montan a machos. En la mayoría de las veces este tipo de conductas, como estamos diciendo, no son consideradas para nada patológicas y se entienden como parte del comportamiento normal de ese individuo en particular. En ocasiones son muestra de una conducta de juego, como parte del aprendizaje del animal, como forma de solventar algún conflicto social, etc. Por lo tanto, no se considera patológico en ningún caso. Finalmente, cabría la posibilidad de que un perro mostrara una conducta sexual excesiva y aberrante (conducta sexual muy intensa y dirigida a objetos, otros individuos sea cual sea su sexo o estado reproductivo, etc.) como consecuencia de alguna patología (algun tipo de tumor por ejemplo), pero son escasos los casos que son visitados.
Por lo tanto, y como resumen, el comportamiento sexual está influenciado por muchos factores que hacen que, al igual que sucede con el resto de conductas de una animal, exista una variabilidad individual sin que esto resulte de una patología médica.
Tomàs Camps
Director Etovets
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